03/10/07

Los poetas sin aureolas

En uno de sus poemas Charles Baudelaire describió la caída de la aureola del poeta como una consecuencia de los paraísos artificiales que ofrecía el París de Haussmann, aquella ciudad moderna donde los escaparates de mercancías iban ganando un protagonismo fetichista. Herederos de esta visión desacralizada del poeta, Juanmanuel González Ríos y Federico Irizarry Natal redefinen la figura del poeta y la poesía en el contexto actual de la sociedad de consumo.

Sobre todo tus silencios de González Ríos deslinda en sus páginas una poética híbrida que parodia el quehacer poético pero sin abrazar del todo la sociedad de consumo. El peso mayor del poemario recae en su primera parte: “De cómo el joven poeta escribió su primer libro”. Ya desde el título se recoge con humor cervantino el afán del hablante poético de objetivarse en tono paternalista como “joven poeta”. Ese sintagma “De cómo el joven poeta…” es un leitmotif en muchos de los poemas, la mayoría de los cuales son cortos y discurren sobre temas tan diversos como el sexo, el desamor, el consumismo, la política y el quehacer poético mismo. A la diversidad de temas corresponde una multiplicidad de registros lingüísticos. Léase, como ejemplo, el ingenioso “De cómo el joven poeta reclama por daños y prejuicios”, texto en que el hablante poético utiliza un lenguaje automovilístico para describir una relación sexual que culmina en el desencuentro de la pareja.

Pese a la distancia paródica, la figura del poeta mantiene en “Sobre todo tus silencios” una relación ambigua con la sociedad de consumo. Si bien desacraliza “la difícil disciplina de escritor” viendo televisión, todavía guarda la esperanza de “aprender a decir no” “a las manzanas expuestas en vitrina / y los paraísos de neón”, imágenes que actualizan, en clave postmoderna, la ciudad de Baudelaire.

Por su parte, en Kitsch de Irizarry Natal, la pérdida de significado de la sociedad de consumo es regurgitada con irreverencia iconoclasta por un hablante poético que se reconoce como un Prometeo fracasado, según leemos en “Ars”, el primer poema del libro. Ante una realidad convertida en pura superficie, en lentejuela kitsch, el hablante poético propone una canibalización total de la figura del poeta y de la poesía. Para ello se vale de un lenguaje agresivo y disonante, inspirado en la publicidad, en el grafitti, en la música grunge, entre otros, así como de técnicas propias de la postmodernidad como el bricolage y el pastiche.

Nada en el texto escapa a la banalización del kitsch, de lo estridente y vacuo de la sociedad de consumo. Albizu Campos es convertido en “peluche patriótico” en el poema “Camp”; unos mahones sirven para parodiar a Darío con el verso en clave publicitaria: “Juventud divino trasero”; la poesía ya no es una arma cargada de futuro, como quería Celaya, sino un arma cagada de futuro; un yuppie, en clave de Quevedo, “érase un hierofante ejecutivo / era Marylin Manson trajeado”; y el poeta es un orador prosaico que dice “oink” y “respir[a] un poema por la nariz”.

Ya sea asumiendo ambigua o mordazmente los detritos de la sociedad de consumo, tanto Sobre todo tus silencios como Kitsch nos permiten disfrutar de dos poetas que con audacia trocaron sus aureolas por los escaparates de neón.

Francisco Font
Narrador y crítico puertorriqueño

No hay comentarios.: